SE ALQUILA HABITACIÓN. Si eres joven y compartes piso esta novela es para ti.
Abril está desesperada. Después de tres años de relación, Eloi la ha dejado y encima ¿cómo va a pagar ahora el alquiler? Sin dinero y sin novio, ha decidido que de momento no va a decir nada a nadie, y menos a su familia. A sus veinticuatro años, tiene que aguantar a un jefe insufrible y resignarse a unas condiciones de trabajo agotadoras y precarias. ¿De esto le han servido sus estudios en Historia del Arte? Mientras su vida se desmorona por momentos, Abril no tendrá más remedio que buscar a alguien con quien compartir su piso. Una azafata de vuelo se convertirá en su principal candidata. Una azafata con sus particularidades. Se anuncian turbulencias.
«Mi abuela me pregunta si me encuentro bien, si necesito algo, y me ofrece un pañuelo blanco de tela que lleva siempre en el bolso. Pienso en decirle la verdad: que no estoy bien porque Eloi se ha ido, que ahora vivo sola en un piso que no puedo pagar y que creo que mi jefe solo contrata a chicas a las que querría follarse Pero mi abuela Lolita, que hoy cumple noventa años, me mira con los ojos pintados y al final digo que sí, que todo bien, que no entiendo qué ha pasado.»